jueves, 19 de abril de 2012

En un espacio muy profundo.

Te amo allí en el silencio y aún en la noche del viento recio.
Te amo más allá de mis dudas, de mis eclipses de luna o de mis noches sin ella.
Tierna, serena, paciente y solitaria como la esencia de mis días.
Tu aunaste mis sentidos, hiciste mágina mi tarde, la cual deseaba ardientemente la noche, cual relámpago cubría de seda mi espera.
No fuiste un tercero, aunque tampoco un primero, sino el más importante de todos.
Eres mi sonrisa, mis lágrimas cuando surcan mis mejillas. Eres mi vivencia, la conveniencia, la ciencia de mi pensar.
Caminas por cada rincón que fue ignoto a los del pasado e inundas cada valle con tu alegría.
Tú, dicha de mis días. Latidos inesperados, sentido de mi vida. Tú que en un abrazo haces perder importancia al mundo y haces deterne el tiempo en un espacio muy profundo.

martes, 17 de enero de 2012

¡Detente!


¿Por qué has venido esta vez? Yo no te llamé y aún así vinistes. No te abrí la puerta pero la forzastes. Entrastes Amor y no has parado de ocupar sitios que ya estaban ocupados por el dolor. No quería yo que vinieras; no quería verte de nuevo cerca. ¿A que vienes de nuevo? No, deja eso, ese muro estaba allí por ti puesto  –¡Para detente! –No no le derribes, dejáme que te explique que duele si la otra persona no llega a sentir lo que hoy tú me estás sembrando… Entonces, por favor te pido ¡vete!
Por ahora dejáme pensar con claridad y no me nubles la razón. La necesito para poderme concentrar. No me lleves a pensar en él. No siembres una ilusión que podría desaparecer en una noche cualquiera tras la verdad maquillada de aparentes sorpresas. Hoy quiero estar sin ti. Hoy no quiero saber que existen cuatro letras que componen una palabra que trastorna todo mi vivir.

domingo, 8 de enero de 2012

Cómplices del alma.

Miradas... silenciosas, cómplices cómo abiertos libros del alma ejecutan sentimientos llevados del viento tocante al corazón. Miradas son más que palabras, sobran todo tipo de verbos para expresar acción. Vida y muerte en los ojos de a quién se quiere, encuentra un alma ansiosa de saber su dicha o desdicha para siempre.

Miradas que matan y que dan vida, que llevan la prisa o dejan la calma.

Enfurecido mar silencioso lleno de misterio que afloran con el paso del tiempo cual tesoros rescatados de naufragios. Anidan sentimientos que no son para nada partidarios de ser descubiertos.

Entre olas y destellos del sol, entre mareas y asomos de luces y estrellas, navega mi alma en tu mirada cual barca pendiente de un capitán o anhelante barco de un faro que le guie a un puerto entrar.

Llamas de fuego, miradas apasionadas y penetrantes de parajes secretos y escondidos del alma.

 A esas tus miradas, yo escondo mi ojos, yo les doy razón de huida y de perdida de tus arrojos. Porque pierdo todo sentido de cordura, de prudencia y de pudor. Llena de emociones indiscutibles que hacen a mi ser sentir aún mas alla de la imaginación.