Abrigame en tu regazo tierno y a la vez escaso.
Manto que
con pétalos de tu flor me cubres.
Añora mi ida. Descienda tu ser tras mis pasos.
Vuelvete tú tras mi placer. Escudriña sin miedo en mi anhelo
y mira tu reflejo en él.
Quedate allí sin intención de perderte tras el crepúsculo
grisáceo.
Haz en mi vida un eterno amanecer.
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