miércoles, 28 de septiembre de 2011

Cuestión de tiempo.


                                
No estas, pero te siento y en el intento de sentir aquello que  mi alma descubre a la caricia del  viento, hace que mi corazón vuelva a palpitar por ti.
Inmersos los versos que en mi ser inspiras.
 Al descubrirte se hace como naciente sol en medio de la oscuridad alumbrando mi mañana, es como la luz que tu vida da a mi alma.
                     ¡Existes!
 Ahí estabas y aún mi mente no lo creía.
 Divina compañía tras el manto de “algo mas con ansías de tener alas”. Te ansio, me reclamas…pero aún no se desnudan nuestras almas.
                      Reapareces…
Vienes a mi y no se esconde mi mente a la realidad que  le haces vivir y a todo aquello que puedes hacerle sentir.
 Haces por momentos a mi fe perdida recuperar convicciones, no niego  las razones de que todo esto puede ser inigualable para mi.
                                         No alcanzo a decir nada…
Me quedo ahí como muda, tergiverso las montañas que tu fe ha removido en mi. Miro pretextos y se esconden los versos, quedo a mitad del camino que has trazado para mi.
                                        ¡Tu paciente espera!
Te desespero, mas con paciencia me esperas. Me inicias en una nueva forma de alcanzar las metas: “Un corazón no renace de las cenizas con demasiada prisa”. Me aguardas y me hablas. Llega por fin la lucidez, el equilibrio, la calma.
                                        Mi emociones entrecortadas…
Inmovil mi respiración, ¡estoy escuchando tu voz! Te digo, me dices. No nos decimos nada y con ese silencio ¡decimos todo! Sobran las palabras, alcanzan a hablar las almas.
                                       Ahora te siento…
Llevas contigo un aire nuevo.  Te respiro, lo siento.
                                       Haces que viva mi alma.
Entre canciones, armonías, letras e instrumentos; nace una nueva melodía esa que no es diseñada para solo unos momentos.
                                      Se desliza mi pena, se borra mi descontento.
Ilusiones y canciones hoy adornan un jardín marchitado por el mal tiempo.  Ni siquiera pensable de pensar que algo como aquello pudiera retornar; algo tan díficil de explicar, tan incierto para volverlo a soñar. Más tu te ríes de todo eso, te atreves y plantas una flor en medio de un desierto…¿podrá ella abrirse paso en este suelo tan seco?
                                       Es tan  solo cuestión de tiempo!

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