jueves, 29 de septiembre de 2011

Pensamientos...

En angustia estoy, sueño con tocar tu corazón.
Dentro de mi hay un latir que se escucha y grita fuerte: ¡quiero amarte hasta el fin!
No llevaré la eterna condena de mis labios mudos que no pronunciaron tu nombre.
Se romperá mi piel, se quebrará mi alma en mil pedazos si al despertar un día se pierde la esperanza de este amor soñado, ignoto para los ciegos: aquellos que no ven tras las cortinas de humo en su entendimiento, aquellos que no despiertan aún con las luces del alba...
Si fueron los errores del ayer los que hoy me traen a ti, les agradezco por tal bendición.
Si fue mi necesidad de como a princesa encerrada en su torre de argumentos, con heridas como cimientos, y sentí la necesidad de ser al fin liberada...¡Bienvenido el caballero que tuvo la osadía de derribar estos muros!
Si fue la fuerza de la atracción que me arrojó a tus brazos, como el viento cuando arrastra la ola hasta la arena...
Si eres tú mi playa u orilla de destino y yo la ola que por siempre termina en ti...
Si fue Dios que al ver la amargura de mi corazón enojado y herido a causa del dolor y quiso con tu llegada calmar mi aflicción...
Si es verdad que a tu lado soy protegida, amada y aceptada...
Si tenemos en común un destino...
Si miramos un mismo camino...
Si nuestros corazones encuentran en el otro, lugar donde hacer nido...
Si el deseo ferviente de estar juntos ya no es tan solo una emoción sino una decisión, entonces ¡ya es tuyo mi corazón!
Y si la vida con sus vueltas y tumbos me regala la preciosa oportunidad de volver a reflejarme en tus ojos y así ver de nuevo tu alma, no lo dudes amado mío, nada nos separará nunca más...
Y esa oportunidad que ahora tengo, no la dejará escapar; no de nuevo. Este es el momento en que vuelvo a navegar en tu mirada y a hacer latidos en tu alma, ¿qué vas a hacer? ¿me dejarás escapar?

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Cuestión de tiempo.


                                
No estas, pero te siento y en el intento de sentir aquello que  mi alma descubre a la caricia del  viento, hace que mi corazón vuelva a palpitar por ti.
Inmersos los versos que en mi ser inspiras.
 Al descubrirte se hace como naciente sol en medio de la oscuridad alumbrando mi mañana, es como la luz que tu vida da a mi alma.
                     ¡Existes!
 Ahí estabas y aún mi mente no lo creía.
 Divina compañía tras el manto de “algo mas con ansías de tener alas”. Te ansio, me reclamas…pero aún no se desnudan nuestras almas.
                      Reapareces…
Vienes a mi y no se esconde mi mente a la realidad que  le haces vivir y a todo aquello que puedes hacerle sentir.
 Haces por momentos a mi fe perdida recuperar convicciones, no niego  las razones de que todo esto puede ser inigualable para mi.
                                         No alcanzo a decir nada…
Me quedo ahí como muda, tergiverso las montañas que tu fe ha removido en mi. Miro pretextos y se esconden los versos, quedo a mitad del camino que has trazado para mi.
                                        ¡Tu paciente espera!
Te desespero, mas con paciencia me esperas. Me inicias en una nueva forma de alcanzar las metas: “Un corazón no renace de las cenizas con demasiada prisa”. Me aguardas y me hablas. Llega por fin la lucidez, el equilibrio, la calma.
                                        Mi emociones entrecortadas…
Inmovil mi respiración, ¡estoy escuchando tu voz! Te digo, me dices. No nos decimos nada y con ese silencio ¡decimos todo! Sobran las palabras, alcanzan a hablar las almas.
                                       Ahora te siento…
Llevas contigo un aire nuevo.  Te respiro, lo siento.
                                       Haces que viva mi alma.
Entre canciones, armonías, letras e instrumentos; nace una nueva melodía esa que no es diseñada para solo unos momentos.
                                      Se desliza mi pena, se borra mi descontento.
Ilusiones y canciones hoy adornan un jardín marchitado por el mal tiempo.  Ni siquiera pensable de pensar que algo como aquello pudiera retornar; algo tan díficil de explicar, tan incierto para volverlo a soñar. Más tu te ríes de todo eso, te atreves y plantas una flor en medio de un desierto…¿podrá ella abrirse paso en este suelo tan seco?
                                       Es tan  solo cuestión de tiempo!

domingo, 25 de septiembre de 2011

Vueltos al camino…



Una vez más tomo mi manos y mis teclas y dejo correr en ellas todas aquellas ideas que van convirtiendose entre mis dedos en frases escritas en un trozo de papel…que no son guardados en un libro, son colgados ahora al internet.
Nuestro camino. Aquello que necesitamos saber para guiar nuestra barca hacia un puerto seguro, hacia un sitio con sentido antes de que vengan las tormentas causadas por la vida y no logremos encallar en un puerto definido.
Un sitio a otro y así buscamos con ansias el sitio que será nuestro. Un pedazo de cielo unido a un trozo de tierra con un pozo bien profundo cerca, y un alguien que nos acompañe en el trayecto que aún nos queda.
Se resume así el sitio soñado por tantos y tantos caminantes, navegantes, y surcadores de los aires. Un encuentro con el espacio imaginado y con el sueñor perfeccionado a lo largo de ese estrecho y lleno de obstáculos que a veces no sabemos llamarle camino, porque creemos que lo hemos perdido…
Una batalla tras otra, pérdidas o semiganadas. Un sueño casi alcanzado u otros ya logrados; conjuntos de paradigmas representados en un fino trazo que sirve de guía para saber lo que aún no se alcanzado.
¿Hemos al fin regresado? O ¿tan solo nos hemos tropezado con el mismo comienzo que una vez dejamos sin saber que no estaba completado?
Las preguntas no tendrán la plena respuesta de lo que se quiere saber. Quizás el silencio logre amortiguar el ruido de los ecos que hace nuestro corazón con la pared, esa pared que divisoria de tantos sueños hace a nuestro mas íntimo deseo sentirse a flor de piel, o a nuestra más pesimista forma de ver las cosas describir el nuevo panorama, visto ya mas de una vez.
Un alma recorre parajes verdes y marchitos, ahora ya sin saber que fin poner. Un viento sopla y esa alma corre al compás del impulso que este le puede causar, llega así al cruce de otro camino, de otro puerto desconocido, de nuevas ideas de aventura y nuevas maneras de afrontar la vida.
No termina la historia, crecen nuevas esperanzas, se hace sentir el corazón en una nueva forma de latido…y entonces me pregunto y redirijo: ¿hemos vuelto al camino? O ¿tan solo hemos vuelto a tocar aquellas sendas perdidas y olvidadas en un atrás?http://www.boosterblog.es

Desahogandome...


No lo hago desde hace un tiempo: escribir para desahogarme. Esos interminables pensamientos en mi cabeza que no dejan de dar vueltas y mas vueltas por mas razones convincentes que les logre dar. Los recuerdos de un pasado no deseado y la visión de un futuro que a veces me sabe incierto. Afrontar aquellas cosas que no quiero, aquellas que olvido y que a veces regresan del mas alla, como sombras en medio de la luz del día. Cuando todo va en orden en mi pensamiento, nada mas que una foto o un vago recuerdo te hacen ver que no has logrado superar todo aquello que pensabas que sí habías hecho. ¿Superable o no superable? Dolores equivalentes a sintomas no palpables, pero molestos. El pasado no resuelto trae fracaso a nuestro pensamiento. Es algo por lo que siempre lamentarás, algo que aunque bloquees en tu pensamiento, a veces te “asalta” sin más, en el momento menos indicado, en el segundo mas tranquilo y feliz, cuando piensas que has salido al fin de esas cosas o que las has echado a un lado…te encuentras con sentimientos e ideas que se suponen no debieran estar ahí.
No entiendo como funciona a veces mi mente o como dejar de pensar en aquellas cosas que tienen el poder de sacar el dolor cuando creía que estaba sepultado en lo profundo de mi mar…
Pero pasado un rato, contemplo que han sido solo momentos…necesidades de liberar, de llorar, de dejar ir esas “cosas” que vienen como ladrones impredicibles a tratar de robar mis momentos de felicidad. Pasado un rato de mis momentos de cataclismos, me doy cuenta que regresa la calma y la claridad. Pasado un rato desde ese último instante en que todo se me nublo, vuelve de nuevo a brillar sobre mi mente Su luz, vuelvo a ser todo aquello que soy yo, todo aquello que El ha destinado que yo soy…
Ya dejo de desahogarme, y dejo de pensar cosas absurdas que suelen pasar por mi mente, porque cuando esas cosas “tontas” estan presentes, no puedo en realidad darme cuenta de cuanto bien me hace pensar en esos planes preciosos que El ha hecho para mi.
Los pensamientos nos juegan malas pasadas, pero siempre nos rescata un pensamiento superior al propio, un cuidado que aunque no seamos conscientes de él, lo cierto es que no nos deja escapar por mucho que intentemos correr.